“—Cuando yo uso una palabra —dijo (Humpty Dumpty) en un tono bastante desdeñoso— significa lo que yo decido que signifique, ni más ni menos.
—La cuestión es —dijo Alicia— si usted puede hacer que las palabras signifiquen cosas tan diferentes
—La cuestión es —dijo Humpty Dumpty— saber quién es el amo, eso es todo”

Lewis Carrol, Alicia a través del espejo

lunes, 20 de junio de 2011

Ensayo seleccionado en relación con YERMA de Federico García Lorca

La presión social por sobre todo 
(Un comentario sobre el problema de género en Yerma de Federico García Lorca)

de Malena Palmieri

Durante la primera mitad del siglo XX,  la mujer tenía un papel secundario. Por lo tanto, no estaba valorada como correspondía: la subestimaban y en la mayoría de los casos era utilizada sólo para los quehaceres domésticos y para tener hijos.
A medida que el tiempo pasa, se va valorando cada vez más a la mujer y entonces, ésta comienza a ocupar roles más importante en la sociedad, realizando trabajos, por ejemplo.
Una de las obras de García Lorca, Yerma, muestra en qué medida era secundario el rol de la mujer. Sin embargo, en esta obra no se representa el modelo clásico de mujer sino que se muestra la vida de una mujer infértil llamada Yerma que, aunque desea ser el modelo de mujer que los demás esperan de ella, la angustia por no poder tener hijos, la lleva a transgredir el modelo clásico de mujer rural de la España de la primera mitad del siglo XX.
Yerma, como no tiene hijos a quienes cuidar, comienza a salir de la casa y a hablar con un vecino llamado Víctor, con el cual había una cierta atracción pero no más que eso. Esto molesta a Juan, el marido de la protagonista,  ya que cree que ella sale para buscar hombres y la honra para él es algo muy importante. Él pensaba todo el tiempo en el “qué dirán”, quiere que los demás no sepan de su esposa ni que la vean andando sola por ahí, ya que las mujeres debían permacener siempre dentro de sus casas:

   “ JUAN: Debías estar en casa.
     YERMA: Me entretuve
     JUAN: No comprendo en que te has entretenido
    YERMA: Oí cantar los pájaros
    JUAN: Esta bien, así darás que hablar a las gentes”

Juan, para evitar que Yerma salga, hace que sus hermanas la cuiden. Ellas secan a Yerma, le “vacían” el cántaro y le reducen las esperanzas, ya que son su opuesto: mujeres resignadas a la soledad, al silencio y a la muerte. Están presentes todo el tiempo, son una especie de “centinelas”.
Por otra parte, está la Vieja que es un personaje con larga experiencia. Ella sabe todos los antecedentes de Juan y también de Yerma. Es sabia y es la que trata de que Yerma no respete su honor. En este sentido, su función en la obra es mostrarnos la honra intacta de Yerma, quien respetará a su marido a pesar de que podría haber accedido a tener hijos con otros.
También, en la obra, hay otro personaje, María, cuya función es la de enfatizar la carencia de hijos en Yerma, pues ella con cinco meses de casada ya está esperando un hijo mientras que Yerma lleva veinticuatro meses sin novedad aún.
Ya el nombre, María, tiene un significado relacionado con que María era la madre de Jesucristo. Por lo tanto, representa Fertilidad y vida. María es joven y está embarazada y logra entretenerse con eso. Esto le produce dolor a Yerma ya que constantemente le muestra su carencia.
Por otro lado, en toda la obra, para enfatizar la angustia de Yerma, aparecen símbolos relacionados con la naturaleza. Por ejemplo, se habla del agua como símbolo de la fertilidad cuando corre libremente y como símbolo de muerte e infertilidad cuando está estancada. Lo mismo sucede con el símbolo de la sangre como dadora de vida cuando se reproduce o como veneno cuando queda encerrada en el cuerpo.
Un ejemplo claro del agua como símbolo de fertilidad es cuando Yerma dice:

          “A fuerza de caer la lluvia sobre las piedras éstas se ablandan y hacen  crecer   jaramagos”

Y un ejemplo de la sangre tanto como dadora de vida como veneno es también cuando Yerma dice:

       “Cada mujer tiene sangre para cuatro o cinco hijos, y cuando no los tiene  se les vuelve veneno, como me va a pasar a mí”

Así, la naturaleza aparece repleta de símbolos que representan tanto la fertilidad, como la tierra, la primavera, las hojas y los animales que procrean, como la infertilidad, representada con piedras, muros, rocas y todo lo mineral.
En toda la obra, la incomunicación de la pareja se pone de manifiesto en los diálogos imperativos. No hay conversación ni afecto, sino constantes discusiones y órdenes. Todo lleva al equívoco, por ejemplo, Juan no le dice explícitamente que no quiere tener hijos hasta el final pero, sin embargo, cree que Yerma sale a buscar hombres, como ya se ha mencionado. A medida que avanza la obra, la incomunicación es cada vez mayor.
Finalmente, esto desencadena la violencia en Yerma por su impotencia, que termina matando a Juan y en ese mismo acto, imposibilitando definitivamente su maternidad.


En conclusión, Yerma representa a una mujer casada por su padre que lo que más deseaba en la vida era tener hijos, pero por pertenecer a un modelo de mujer que respetaba las leyes de la sociedad, no logró realizarlo, pues su honra siempre ha estado por encima de su deseo maternal. Finalmente, es tanto su dolor que decide matar a su esposo y en él a la posibilidad de hijos futuros.

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